ESCENARIO DE APRENDIZAJE
“Hemos olvidado el amor, la
amistad, los sentimientos, el trabajo bien hecho. Lo que se consume, lo que se
compra “son solo sedantes morales que tranquilizan tus escrúpulos éticos”,
expone Bauman, al examinar que, hoy, la gente vive más pendiente de los puestos
de trabajo (quizá debido a una extorsión de los dueños) que de los contactos
con el otro. ¿Qué se hizo el vecino? ¿Con quién puedo establecer una relación
más allá de la compra-venta?
Y en estas coordenadas aparece John Berger, el mismo que cuestionaba los
muros de los ricos para detener a los pobres, que están por todas partes, como
parias, como desplazados: “muros de hormigón, de vigilancia electrónica, de
bombardeo de misiles, campos de minas, controles fronterizos, y las pantallas
opacas de los medios de comunicación”, escribía el poliédrico intelectual
inglés.
A todas estas, la libertad individual se reduce a lo que el consumo
permita. Consumís, por lo tanto, sos libre. Es el nuevo “dejar hacer, dejar
pasar” del mercado y de los abundantísimos esclavos creados por el capitalismo,
el brutal sistema que nació “chorreando sangre y lodo”.
El anterior texto nos llevan a analizar nuestros comportamientos y
actos, a cuestionarnos a nosotros mismos
y a perfilar un nuevo horizonte con responsabilidad ciudadana y ética comprometida
con el otro y con uno mismo.
Habilidad
a desarrollar:
Interactuó
y vivenció la ética como acción de entender al otro como coautor de los mismos
derechos que tengo, de hacerme participe como ciudadano de derechos pero
también de deberes en aras de alcanzar mis habilidades comunicativas y participativas
por un mundo que transformar.
Conocimientos:
Vasallo, ciudadanía, ética y libertad.
Recursos para el
desarrollo del tema:
https://www.youtube.com/watch?v=WdUTro1AMes video sobre la ciudadanía
https://www.youtube.com/watch?v=UDgmfi69QlY video sobre la ética
ETAPAS DE APRENDIZAJE
Punto de partida:
Un
primer momento para reflexionar sobre el concepto de ética y ciudadanía.
1 1. Leer el siguiente texto:
“Uno puede elegir entre ser ciudadano o ser
vasallo”, Fernando Savater
Las cosas están muy mal, pero nadie va a venir a salvarnos.
Por esta razón, dice Fernando Savater, la decisión es muy simple: o se elige
ser un ciudadano que busca hacer algo para que las cosas cambien o se opta por
ser un vasallo que calla y obedece. No hay más opción. “El pesimismo no arregla
nada”, afirma el escritor español, nacido en el País Vasco.
Usted insiste en la necesidad de asumirnos como ciudadanos.
Sin embargo, muchas personas no ven cómo: no encuentran opciones, están
decepcionadas de la política, de los movimientos sociales. ¿Cómo volver a los
asuntos públicos en un contexto tan poco alentador?
La respuesta es obvia: las cosas se responden solas, es
decir, si uno consigue algo, pues bien, y si no, pues tienes que insistir,
tienes que cambiar de métodos, debes buscar más apoyos. Lo que pasa es que de
ninguna otra parte te van a venir a salvar, nadie te va a venir a arreglar las
cosas; entonces me parece prudente preguntarse: “¿Quiero vivir en un país más
corrupto, más violento, etcétera?”. Si la respuesta es sí, pues no hay más que
dejar que las cosas continúen así, y si no, hay que intentar salvarse.
En el caso de México, muchos pensaron que el proceso que
permitió la alternancia de partidos en el poder nos daría un mejor país, que
cambiaría las cosas.
El proceso no cambia nada. Los movimientos políticos son instrumentos, y los instrumentos hay que utilizarlos, hay que tratar de estabilizarlos, de hacer algo con ellos. No se trata solamente de que cambiar de un partido a otro, de por sí, automáticamente, vaya a tener unos resultados estupendos, porque inmediatamente vuelven a recrearse las viejas corruptelas, los viejos egoísmos, las viejas complicidades. Lo que falta es, si hay un cambio, utilizar ese cambio para transformar, para mejorar; es decir, el pesimismo no arregla nada.
El proceso no cambia nada. Los movimientos políticos son instrumentos, y los instrumentos hay que utilizarlos, hay que tratar de estabilizarlos, de hacer algo con ellos. No se trata solamente de que cambiar de un partido a otro, de por sí, automáticamente, vaya a tener unos resultados estupendos, porque inmediatamente vuelven a recrearse las viejas corruptelas, los viejos egoísmos, las viejas complicidades. Lo que falta es, si hay un cambio, utilizar ese cambio para transformar, para mejorar; es decir, el pesimismo no arregla nada.
Uno puede elegir entre ser ciudadano que lucha por mejorar o
ser un vasallo que soporta lo que le pasa y ya está, pero no hay más. No hay
ninguna promesa de que se hagan las cosas bien; el secreto de la acción es que
nunca se sabe si las cosas van a salir bien, hay que intentarlas o simplemente
meterse debajo de la cama y esperar a ver si nos vienen a salvar.
Mucha gente que lo intentó está frustrada: “Para qué voté si
todo sigue igual”, “los políticos son todos iguales”, “no hay opción”.
Muy bien, todo está muy mal ¿y entonces? ¿Será que antes
había referentes más claros? No creo que haya habido tiempos mejores. Yo soy
partidario, como decía Borges, de que a todos los hombres nos tocan malos
tiempos en que vivir.
Me refiero a que había “banderas” más claras. La lucha
contra las dictaduras, por la libertad de expresión, por la defensa del voto...
Sí, sí, claro. Si tú te estás muriendo de hambre, con un
trocito de pan, con unos poquitos garbanzos, te parece que ya has conseguido
una gran cosa. Si tú estás bien alimentado empiezas a ser exigente respecto a
la calidad de la comida, a los condimentos.
El que no tiene absolutamente ningún tipo de libertad, con
los más leves comienzos o principios ya se siente a gusto y come, pero claro
que cuando uno va conquistando ciertas cuotas de libertad, va pidiendo más y va
viendo más defectos. En España también pasó un poco lo mismo: la gente empezaba
a añorar a Franco porque cuando vivía Franco teníamos claro qué era lo que no
queríamos, y él bloqueaba las salidas. La gente se sentía más cómoda en el
sentido en que decía: “Bueno, la culpa de todo la tiene Franco y ya no hay nada
más que hacer”. Y en el momento en que desapareció Franco, si las cosas no iban
bien, la culpa la teníamos cada uno de nosotros, y eso naturalmente resulta más
incómodo.
La necesidad de la ética
Uno de los temas centrales en el trabajo de Fernando Savater
es el de la ética. Es un asunto fundamental que aparece como una constante en
muchos de los cerca de 80 libros que ha publicado. En uno de ellos, Ética y ciudadanía, dice:
“La ética suele ser un conjunto de supersticiones sobre hasta dónde deben
llevar las faldas las señoritas, o qué parte de la epidermis hay que enseñarle
al vecino, o si está bien darle un pellizco a la cuñada […] Pero esto no es la
ética ni la moral; éstas intentan reflexionar sobre qué significa ser humano,
qué significa ser un mortal que sabe que va a morir, que puede reconocer su
propia vinculación con la muerte y con otras personas semejantes a él. De eso
es lo que trata la ética, y no tiene absolutamente nada que ver con las cuatro
o cinco pillerías que se les puedan ocurrir, en determinados campos de
transgresión supersticiosa, a las personas”.
¿Cómo se puede impulsar una formación ética que trascienda
la enseñanza de ciertas morales específicas?
Leyendo a los grandes autores de ética. Esa moral de
prescripciones es muy antigua, muy dogmática. Hay que leer a Kant, hay que leer
a Spinoza, hay que leer a los grandes maestros de la moral. Hay que estudiar
ética. La ética hace mucho que ya no es la prescripción de un código. Eso es
una cosa de los curas, de la religión, y no hay que confundir religión con
ética. La religión es una cosa basada en unas doctrinas esotéricas, y la ética
es una reflexión de cada hombre respecto a su libertad, acerca de cómo
orientarla, y el pensamiento occidental hace mucho que está pensando en la
ética laica.
¿La ética requiere asignaturas específicas, o se debería aprender en todas las clases?
Eso estaría bien, pero me parece importante que también sea una asignatura específica. La transversalidad famosa nunca resuelve nada, es decir: está muy bien que todos los profesores sean personas morales, que alienten principios, etcétera, pero lo importante es que la ética tenga unos contenidos específicos y que haya un estilo específico de la materia, no simplemente que lo impregne todo y no esté precisada en nada, porque eso a la larga sirve de poco.
¿La ética requiere asignaturas específicas, o se debería aprender en todas las clases?
Eso estaría bien, pero me parece importante que también sea una asignatura específica. La transversalidad famosa nunca resuelve nada, es decir: está muy bien que todos los profesores sean personas morales, que alienten principios, etcétera, pero lo importante es que la ética tenga unos contenidos específicos y que haya un estilo específico de la materia, no simplemente que lo impregne todo y no esté precisada en nada, porque eso a la larga sirve de poco.
¿Basta la lectura?
No, no. La lectura es una parte: hay debates, hay
discusiones. Los conocimientos teóricos siempre vienen por la teoría,
obviamente, pero tienen que encontrarse con la experiencia. También hay que
conocer hechos científicos actuales, cuestiones de neurobiología, conocer una
serie de cosas que de alguna manera ayudan a completar la base clásica del
pensamiento filosófico.
Algunas personas preguntan: “¿Y eso para qué sirve?”. ¿Qué
les responde usted?
Que para qué sirven los recién nacidos, que para qué sirve vivir. La reflexión ética es simplemente un intento de los seres humanos de entender por qué hacen lo que hacen. Cuando una persona pregunta para qué sirve, quiere decir que no entiende su libertad, que se limita a obedecer, a estar, a seguir el camino que otros le marcan.
Que para qué sirven los recién nacidos, que para qué sirve vivir. La reflexión ética es simplemente un intento de los seres humanos de entender por qué hacen lo que hacen. Cuando una persona pregunta para qué sirve, quiere decir que no entiende su libertad, que se limita a obedecer, a estar, a seguir el camino que otros le marcan.
¿Qué le dice a quienes piden respuestas definitivas?
Que no hay respuestas, que hay que seguir pensando. El que
pide respuestas no piensa. El que piensa es el que busca la respuesta. Si
alguno cree que existe alguien que tiene una clave y que basta con ir a
buscarle, llamar a la puerta, preguntar para que se la den y entonces irse muy
contento a casa, pues que la busque.
Si no hay que prescribir ni dar respuestas, ¿cuál es el
papel de los maestros?
El maestro tiene que indicar caminos, indicar procesos de
pensamiento, pero no tiene que crear códigos completos para que los alumnos se
porten como robots, eso no.
En una crisis como la que estamos viviendo, ¿en qué nos puede ayudar la filosofía?
Habrá filósofos que sepan mucho de economía; yo, desde luego, no estoy entre ellos. Pero me parece que no hay que tener mucha filosofía para darse cuenta de que un sistema que no tiene algún tipo de control, de vigilancia, de regulación, origina estos hechos, y que lo que ha ocurrido ahora volverá a ocurrir mientras no haya cambios. Son cuestiones fácticas. Es como cuando un avión se cae: pues la filosofía, o lo que uno puede decir, es que hay que tener cuidado en cómo se conducen los aviones, porque el hombre corre peligros en el aire. Con la crisis económica es un poco lo mismo: la economía es un mundo de peligros, pero lo importante es preguntarnos cómo vamos a vivir. Los riesgos que presentan la economía o el desarrollo tecnológico son cosas que hay que asumir y encuadrar dentro de qué es lo que queremos en la vida y en cómo vamos a vivir.
En una crisis como la que estamos viviendo, ¿en qué nos puede ayudar la filosofía?
Habrá filósofos que sepan mucho de economía; yo, desde luego, no estoy entre ellos. Pero me parece que no hay que tener mucha filosofía para darse cuenta de que un sistema que no tiene algún tipo de control, de vigilancia, de regulación, origina estos hechos, y que lo que ha ocurrido ahora volverá a ocurrir mientras no haya cambios. Son cuestiones fácticas. Es como cuando un avión se cae: pues la filosofía, o lo que uno puede decir, es que hay que tener cuidado en cómo se conducen los aviones, porque el hombre corre peligros en el aire. Con la crisis económica es un poco lo mismo: la economía es un mundo de peligros, pero lo importante es preguntarnos cómo vamos a vivir. Los riesgos que presentan la economía o el desarrollo tecnológico son cosas que hay que asumir y encuadrar dentro de qué es lo que queremos en la vida y en cómo vamos a vivir.
Aquí volvemos al principio. Muchos no queremos eso, la gente
sufre los efectos de una decisión tomada por alguien al otro lado del mundo que
a veces ni siquiera es posible reconocer. ¿Cómo ser optimista para buscar
salidas en cuestiones que parecen apabullarnos? ¿Por dónde buscar?
Pues hay que buscar, espabilar. Si no sabes, espabila,
piensa, entérate y estudia. Sobre todo, lo que no hay que hacer es quejarse
—muchos se pasan la vida quejándose—; no porque no haya motivos, sino porque es
inútil. Las cosas están mal, sí: pues entonces estudiamos, nos juntamos,
hacemos movimientos políticos, apelamos a los gobiernos, presionamos para que
haya un orden internacional distinto o lo asumimos; en cualquier caso, lo que
no hay que hacer es quejarse.
Con esto en mente completa
el siguiente cuadro:
Meta
personal (lo que esperas lograr):
|
|||
Proyección
de entrega por etapa (Cuántas horas te vas a demorar):________
|
|||
Punto
de Partida
_________
|
Investigación
_________
|
Desarrollo
de la habilidad
________________
|
Relación
________
|
Proyección
de entrega del tema (en horas):__________________
Fecha
proyectada de entrega: ___________________
|
2. Elaboró un escrito respondiendo a las siguientes
preguntas:
- ¿Cuál es el propósito del autor del texto?
- ¿Qué temas aborda?
- ¿Cómo es representada la ética y la ciudadanía?
- ¿Qué recomienda Fernando Savater en cuanto a la ética
y ciudadanía?
- ¿Port qué se vincula la filosofía con la ética y la
ciudadanía?
http://tenemosderechoatrabajar.blogspot.com.co/2013/01/conflictividad-social-y-derecho-de.html
3. ¿Qué mensajes nos aportan las dos caricaturas? ¿Qué
relación hay entre estas caricaturas con la ética y política?
Investigación
En
esta etapa comprenderás lo que es la ética como acto cultural y moral en
relación con la ciudadanía como acto social y ser político. Para eso
desarrollaras las siguientes actividades en tres momentos:
1. Antes: Realiza
la lectura formulando 5 preguntas del texto siguiente.
Ética ciudadana
*Jose Darwin Lenis
Mejía
Uno
de los problemas más sensibles que aqueja a la sociedad colombiana en su
conjunto es la debilidad en el carácter a la hora de actuar éticamente. Hoy
priman nuevos principios en prácticas o comportamientos sociales que fragilizan
la voluntad del ciudadano en su disposición de hacer las cosas bien,
debilitando de paso el concepto de autorresponsabilidad en actuaciones
cotidianas en el barrio, la convivencia, el trabajo, la familia o la sociedad.
Por
todo lo que sucede en el país con la corrupción de los jueces, el plagio en la
escuela, los sobornos a la policía, los bajos referentes espirituales y el
fraude en el control fiscal, estamos en una profundad crisis en lo que
podríamos llamar “nuevas” éticas de ciudadanías alteradas. Muchas de estas
lógicas se profundizan por asuntos complejos como la economía del mercado, la
débil seguridad estatal, la poca empleabilidad, la pérdida del valor de la
palabra o por la diversidad en lo que sería un actuar políticamente correcto en
el ámbito personal, organizacional o colectivo. La tensión radica en saber
tomar buenas decisiones, en dignificar la condición humana, respetar procesos y
como dijo el papa Francisco no dejarnos robar la esperanza. Estos
planteamientos que parecen solo personales, son también responsabilidad de
nuestros gobernantes, empresarios, dirigentes o líderes políticos al incentivar
objetivamente mejores percepciones de futuro, más oportunidades laborales,
estimular la participación o fortalecer la estabilidad económica.
Las
altas presiones sociales o económicas que la gente vive sin solución alguna
provocan actuaciones equivocadas que terminan lamentablemente en hurtos,
muertes o prisión.
Las
prácticas éticas de lo público, exige de los líderes mejores formas de
comunicar, prevalecer la defensa del bien común y establecer políticas sobre
cultura de la legalidad y de oportunidades meritorias. Así mismo, se necesita
ejercer autoridad a los comportamientos de algunos ciudadanos inadaptados para
evitar ejemplos negativos que al multiplicarse sin control debilitan la ética
colectiva de la misma ciudadanía. Ojalá el código de policía no sea un canto a
la bandera, puesto que se requiere comprender la dimensión nociva de no actuar,
decir o pensar en el otro, sin hacer el bien.
Hacer
mayor pedagogización ciudadana desde programas de sensibilización en
responsabilidades y derechos ciudadanos son vitales, porque la verdad sea dicha
la sociedad permanentemente mueve los límites de lo que se acepta como bien
hecho o moralmente correcto. El lema es claro, hagamos todas las cosas bien
para fortalecer la ética ciudadana y sigamos las reglas de juego limpio en los
contextos donde circulamos y habitamos. Para ello, la forma como se planea,
diseña y razona en la prospectiva de las ciudades afecta directamente la toma
de decisiones éticas de sus ciudadanos y promueve sentidos de pertenencia o
vínculos más estrechos o distantes entre sus habitantes. Desde la mirada
Griega, la ética es el arte político de saber elegir, saber referirse al
otro, reconocerlo en su integralidad, y saber coexistir. En este sentido, saber
elegir a quien nos representaran en el congreso 2018 o dirigirá la nación es un
acto políticamente ético, más aún ahora que la mayoría de candidatos
politiqueros fingen ser buenos ciudadanos e inscribirse por firmas.
Para
los filósofos Platón y Aristóteles la ética es hacer justicia, decir la verdad
y actuar bien, principios olvidados por líderes políticos y ciudadanía en
general.
Transformar
este universo de conductas enclavadas en el ser requiere reconocer la
crisis ética que hoy se vive. Esto es, repensar la educación ciudadana,
apostarle a proyectos sociales más asertivos para población y reconocer
los vínculos culturales, históricos y de referentes morales instalados en la
ciudadanía.
Recordemos,
la gente hoy pide a gritos resignificar los modelos educativos de apropiación y
relacionamiento de los diferentes comportamientos sociales que circulan
diariamente.
La
tarea educativa esta en profundizar la comprensión del sentido ético de lo
público, lo político, la democracia, lo estatal, la inclusión, lo
espiritual y de nuevos derechos humanos que exige la ciudadanía en pleno siglo
XXI.
CIUDADANÍA COLOMBIANA DOMESTICADA
2. De las dos imágenes
realizar los siguientes puntos:
- ¿Qué elementos aparecen en las imágenes, que representa y cuál puede ser
su significado?
- ¿Qué acción es se desarrollan?
- ¿Qué temas abordan?
- ¿Qué mensajes nos dan?
Lo que le falta a Colombia Por William
Ospina* Revista Número
Colombia ha sido una
sociedad incapaz de trazarse un destino propio, ha oficiado en los altares de
varias potencias planetarias, ha procurado imitar sus culturas, y la única
cultura en que se ha negado radicalmente a reconocerse es en la suya propia, en
la de sus indígenas, de sus criollos, de sus negros, de sus mulatajes y sus
mestizajes crecientes.
¿Cómo se sostiene una
sociedad en la que todos saben que prácticamente nada funciona? Desde los
teléfonos públicos que no sirven para hacer llamadas hasta los puentes que no
sirven para ser usados y los funcionarios públicos que no sirven para atender a
las personas y las fuerzas armadas que no sirven para defender la vida de los
ciudadanos y los jueces que no sirven para juzgar y los gobiernos que no sirven
para gobernar y las leyes que no sirven para ser obedecidas, el espectáculo que
brindaría Colombia a un hipotético observador bienintencionado y sensato sería
divertido si no fuera por el charco de sangre en que reposa.
Cualquier colombiano lo
sabe: aquí nada sirve a un propósito público. Aquí sólo existen intereses
particulares. El colombiano sólo concibe las relaciones personales, sólo
concibe su reducido interés personal o familiar, y a ese único fin subordina
toda su actividad pública y privada. Palabras como "patria" causan
risa en Colombia, y los únicos seres que creen en ellas, los soldados que
marchan cantando hacia los campos de guerra, son inocentes víctimas que lo
único que pueden hacer por la patria es morir por ella. Todos los demás tienen
montado un negocio particular. Y lo más asombroso es que el Estado mismo es el
negocio particular de quienes lo administran a casi todos los niveles. ¡Ay del
que pretenda llegar a moralizar o a dar ejemplo en semejante sentina de
apetitos! ¡Ay del funcionario que intente trabajar con eficiencia, cuando todos
los otros derivan su seguridad de una suerte de acuerdo tácito para
entorpecerlo todo y para permitir que el Estado no sea más que un organismo
perpetuador del desorden y de la ineficiencia social!
Del Estado colombiano se
puede decir que presenta dos características absolutamente contradictorias.
Esto es: es un Estado que no existe en absoluto, y es un Estado que existe
infinitamente. Si se trata de cumplir con las funciones que universalmente les
corresponden a los Estados: brindar seguridad social, brindar protección al
ciudadano, garantizar la salud, la educación, el aseo público, la igualdad ante
la ley, el trabajo, la dignidad de los individuos, reconocer los méritos y
castigar las culpas, el Estado no existe en absoluto. Pero si se trata de cosas
ruines: saquear el tesoro público, atropellar a la ciudadanía, perseguir a los
vendedores ambulantes, desalojar a los indigentes, lucrarse de los bienes de la
comunidad y sobre todo garantizar privilegios, el Estado existe infinitamente.
Nunca se ha visto nada más servicial con los poderosos y más crecido con los
humildes que el Estado colombiano. ¿Y ello por qué? Porque desde hace mucho
tiempo el Estado en Colombia es simplemente un instrumento para permitir que una
estrecha franja de poderosos sea dueña del país, para abrirles todas las
oportunidades y allanarles todos los caminos, y al mismo tiempo para ser el
muro que impida toda promoción social, toda transformación, toda sensibilidad
realmente generosa.
Pero la verdad es que el
pueblo nada espera. O dicho mejor, ni siquiera espera. Colombia, hay que
decirlo, tiene una característica triste: es un país que se ha acostumbrado a
la mendicidad, y ello significa, es un país que ha renunciado a la dignidad.
1.
Durante: Selecciona palabras claves con
la siguiente indicación: el signo + si comprendes el significado, el signo ? si
comprendes algo general o si no estás seguro de lo que significa y el signo –
si no comprendes la palabra. Puedes agregar preguntas adicionales.
2.
Después: Socializan los puntos
anteriores con tres compañeros más y traten de aclarar los conceptos marcados
con el signo ? y -, en caso de requerir ayuda busque al analista. Enseguida
responder a las preguntas planteadas en el antes, primer punto.
3.
Crear un mapa mental con las ideas
principales de las lecturas anteriores en cartulina en grupo, para realizar una
exposición en los pasillos de la Institución.
Desarrollo de la
habilidad
En esta etapa pondrás en práctica lo que has
aprendido hasta el momento, concretarás la construcción de saberes y camino al
desarrollo de habilidades relacionadas con el concepto del imperialismo.
1.
Crear un panel informativo con las
principales ideas acerca de las lecturas. Un panel informativo es una muestra
grafica hecha en cartón grueso con medidas de 1x1.5 metros, con texto e imagen,
con un tipo de letra acorde a la creatividad del grupo, colores, tamaño de
letra, todo acompañado de imágenes (fotos, dibujos, recortes). El grupo previa
selección de un curso de primaria expondrá su trabajo a los niños.
2.
Diseñar un afiche con la intención de
proyectar identidad y amor por nuestro país reforzando la ética y la ciudadanía
por un compromiso real con la nación y por los demás.
Relación
En
esta etapa aplicarás tus nuevos aprendizajes a tu realidad, harás ejercicios
que traigan FRE a tu colegio y a tu vida. Por otro lado, evaluarás tu proceso
durante las etapas anteriores y tu disposición de trabajo en general.
1. Observa la siguiente imagen y descríbela
oralmente. Luego escribe 7 oraciones relacionadas con la sociedad en la que
vives. Recuerda colocarle un título.
http://www.elcolombiano.com/blogs/elblogdericky/comprobado/7938
2. Observan las imágenes y escribe un breve
relato ayudándose con ellas. Ponle título.