ESCENARIO DE APRENDIZAJE
Pobreza,
desigualdad y exclusión son algunos de los males de los que sufre nuestra
sociedad actual, males que han surgido, en gran medida, del no adecuado
funcionamiento del sistema capitalista, imperante desde el final del siglo XIX.
Este ha avanzado tanto, hasta llegar a parecer cíclico e infinito, al igual que
a ser concebido como el fin al que debería llegar cualquier sociedad. Su enorme
influencia conllevó a mercantilizar todo lo existente en la sociedad. El
trabajo, el ocio y hasta el arte mismo, hoy en día, han llegado a ser evaluados
por la famosísima y preferida ecuación: “el costo-beneficio”. Es que ni la
naturaleza se salva, pues ahora se le pone un precio al agua, al aire, y hasta
las estrellas se venden y se regalan. Y pensar que, si se retrocede en el
tiempo, se llega a que uno de los pensadores más importantes de la historia,
Karl Marx, ya había diagnosticado estos riesgos hace casi dos siglos.
Una cloaca
llamada Colombia
Dicen por ahí, con acierto, que las
sociedades, a diferencia de los hombres, primero se pudren y después se mueren.
De putrefacciones hace años está hediendo y supurando el sistema político
colombiano, con sus lacras de vieja data que se multiplican cual cáncer en cada
gobierno, en cada elección, tanto ayer como hoy.
En una larga historia de barbaridades,
cada día estalla un escándalo distinto conectado con la feria estatal, los
desgreños y malversaciones, con sobornos y peculados. En un país que, quizá más
que cualquier otro en el orbe, tiene un mayor número de fraudes electorales,
las corruptelas —que además se originan en los días oscuros de la colonia— son
parte del ejercicio cotidiano para usufructuar de modo ilegal el Estado y
ponerlo al servicio de zánganos y parásitos.
Da la impresión, desde hace tiempos,
que la corrupción (fenómeno inherente a sistemas en los que la democracia es
una caricatura) se instaló como “virtud”, como necesidad de políticos y funcionarios.
Más bien, lo extraño, lo subversivo (e irreal, por demás), es la pulcritud, la
corrección en los manejos estatales y en el ejercicio del poder en Colombia. El
impoluto es un enemigo de aquellos, tan abundosos, que han transmutado el país
en una cloaca: desde presidentes hasta magnates de emporios privados.
Parece que ser sucio es la consigna. Y
lo que da carácter. Y poder. La condición que conduce a que te elijan, a que
seas ministro, fiscal, procurador, director de bandería (y hasta de “lavandería”
de mafiosos), etcétera, es que te untés de porquería, que estés adecuado para
la coima, para el concubinato con las más bajas expresiones de lo que se ha
denominado la política. Cómo gozaría hoy el gran panfletario Vargas Vila ante
el espectáculo de alcantarilla de la Colombia contemporánea.
Y el mismo Fernando González, otro
crítico de la porquería, estaría rebujando en la historia para darse cuenta que
nunca antes hubo tanta pus y gusanera juntas en el país de las desventuras (o
de las maravillas, según el color del cristal con que se mire). “¡Qué asquerosa
es hoy mi patria! ¡Entre qué gente tan sucia me correspondió existir! Verdad
que gente así hay en todas partes pero no son tan descarados”, escribió en el
epílogo de Los negroides.
En tiempos de los presidentes
gramáticos, los mismos que “violaban a las Musas”, al menos, como lo advirtió
el autor de Los Césares de la decadencia, se fusilaba a la gente,
en particular a los liberales, cumpliendo con todas las leyes de la retórica y
el lexicón. Hoy, los implicados en la escandalera se hacen los pendejos, ponen
carita de ternero huérfano y, con su cómica máscara de autistas o de “yo no
fui”, se proclaman víctimas.
“Colombia es una tierra de leones”,
decía de modo diplomático el poeta nicaragüense Rubén Darío. Y de estos
felinos, nos metamorfoseamos en elefante. El proceso 8.000, el de los tiempos
en que la mafia del narcotráfico metía billete a granel en las campañas
electorales, es, hoy, apenas una poma. El entonces presidente Ernesto Samper
dizque ni se enteró de las ingentes cantidades de plata que entraron a su
campaña (1994) como “cortesía” de los carteles. El arzobispo de Bogotá, Pedro
Rubiano, declaró en su momento: “Es como si un elefante se mete en tu casa y no
te enteras”.
Y el elefantico se ha reproducido con
creces. A todos los politiqueros se les aparece en el solar, y no se dan
cuenta. O cuando les señalan de quién es entonces esa “trompita”, medio
modulan: “Apenas me entero”. Y así. ¿Se acuerdan de cuando todos los que
delinquían con la mampara del DAS, los que repartían dinero público entre sus
votantes, los que condenaban a muerte a algún profesor o un alcalde de pueblo,
todos eran puros “buenos muchachos”?
El escándalo Odebrecht puede ser apenas una anécdota entre toda la
bazofia. Un tentáculo de los muchos que tiene el pulpo descomunal de la
corrupción, que es efecto de la descomposición del sistema, de su decadencia.
En medio del lodazal, o del espectáculo grotesco que dan los encartados, el
ingenio popular se anima ante la hediondez oficial. Y abunda el chiste y la
caricatura. Y aparece el humor negro, quizá la única defensa de la gente ante
los desafueros.
Circula en las redes sociales una
“versada”, titulada Los hermanos siniestros (Uribe y Santos),
que en su última estrofa dice: “Los dos son lo mismo, ¿nos creen pendejos? /
Nos roban, nos quitan, ninguno es sincero: / bien decía mi abuelo, ya muerto
por cierto: / ‘el corrupto aprovecha la estupidez de los necios’”. 20 Mar 2017 - 9:00 PM Por: Reinaldo
Spitaletta
Habilidad
a desarrollar:
Entiendo
que desarrollar habilidades me permite visualizar mi conciencia ciudadana y
autonomía como sujeto social, en la que mi aprendizaje sea más pertinente a mis
preocupaciones por mi patria y mi comunidad. Además de ello, razono sobre la
relación ente las decisiones sociales que debo tomar y mi autonomía, con ser un
sujeto crítico y propositivo.
Conocimientos:
Mercado neoliberal, soberanía
alimentaria, democracia, dictadura burguesa, multinacional.
Recursos para el
desarrollo del tema:
Textos,
policopias de las guías, canciones, poemas, caricaturas, videos en you tube.
https://www.definicionabc.com/historia/neoliberal.php
enlace sobre Neoliberalismo
https://www.youtube.com/watch?v=Isih3zc2_2U video sobre Neoliberalismo
ETAPAS DE APRENDIZAJE
Punto de partida:
Un
primer momento para reflexionar sobre la realidad de nuestro país.
1. Leer el siguiente texto:
CAPERUCITA CHAPOLERA
Ante
la necesidad apremiante (por el libre mercado neoliberal está desapareciendo
las semillas autóctonas estableciéndose a nivel mundial un sistema de semillas
único y de una sola especie, y lo peor de todo, transgénicas atentando contra
la salud de la gente y amenazando la soberanía alimentaria y de las comunidades
indígenas, afrodescendientes y campesinas que por siglos han manejado el suelo
con diversidad de semillas) de preservar las semillas naturales y de
resguardarlas en un banco de semillas, la madre de Caperucita Chapolera, María
de Dolores (Colombia, país de dolor, de sacrificio y de lucha) envía a su hija
hasta la abuela, una mujer exfiscal, amenazada por el caso Chiquita en la que
destapó los nexos de la bananera con paras, de nombre Alicia (y no es Alicia en
el país de las maravillas, sino el de Alicia en el país de las desigualdades).
Entonces Caperucita con su canasto de dos orejas sujetado a su cintura, no
trasladando café (su precio a nivel internacional han caído) sino las
respectivas semillas, más valoradas que el oro explotado en el pueblo más pobre
y mísero como la Unión Panamericana situado en Chocó, inundado no de agua sino
de ese mineral cuya riqueza es sustraída por una multinacional. La niña con
entereza se adentra a un páramo, con infinidad de peligros en los senderos que
atraviesan esa belleza natural. Fieras salvajes acechan en cada recodo de ese
ecosistema vulnerable, y no son sólo aquellos que se nos vienen a la mente. No,
son los paras ahora denominados Bancrim, Fuerzas Armadas que de pronto para
aparecer como héroes de la patria no dudarían de adelantar un falso positivo,
la guerrilla que encantada querían enrolarte a las filas como guerrillera o de
sufrir por una mina antipersonal. Sin embargo, ella tranquila y serena como los
cañaverales sonríen en el amanecer pensando en el delicioso tamal preparado por
su abuela. Ni los narcotraficantes le asustan que andan talando árboles para
sembrar esas benditas yerbas, y construyendo laboratorios escondidos en la
maleza verde como fondo de un azul celeste en las coordenadas de una patria
deshecha por tanto majadero que en el poder jode a los del pueblo, ahí no más,
tenemos la Reforma Tributaria regresiva a los bolsillos de los pobres; la
intentona de la Reforma de la Justicia; la corrupción en la captura de
contratos y licitaciones; las millonadas en los gastos de consultas y
elecciones para que cada cuatro años los mismos de siempre impongan políticas
antipopulares en pro de la dictadura burguesa (en verdad democracia entre
ellos, es decir, la democracia burguesa). En fin, cada grupo armado ilegal o
legal, dan la misma vaina, pelean por la renta extraordinaria de la tierra.
Caperucita
Chapolera con su sombrero de tranza de palma, su blusa roja, falda del mismo
color como el cafeto, en sus alpargatas caminaban por el trecho del bosque. Un
lobo hambriento no de carne, sino de las semillas que la niña llevaba. El lobo
pensaba así patentarlas y lucrarse de ese negocio redondo, de acaparar y de
vender en el mercado un producto avalado por una multinacional. Se le acercó
como un gatito inofensivo y le dijo:
-
¿Qué
llevas en el canasto?
-
Dulces
para mi abuela.
-
Deseo
probarlos.
-
¡No!
Es de exclusividad única para mi abuelita.
-
No
te asusta ir sola.
-
Tengo
el valor de defenderme por mi misma.
-
Yo
te podría acompañar.
-
No
es necesario, me acompañan el recuerdo de mi padre.
-
Acaso
murió.
-
Si,
fue asesinado por defender los derechos de los trabajadores de una empresa
llamada Coca-cola.
-
¡Ah!
Lo siento. Por ello, me encanta estar solito en este páramo.
-
Pues,
es un gusto haberte conocido. Chao.
El
lobo (acaso un burgués) ve a lo lejos partir a la niña, con su lengua afuera y
con los colmillos resplandecientes de avaricia y poder. Razonó que a lo mejor
sería ir a la casa de la abuela, hacerse pasar por ella y robar el canasto con
las semillas.
Alicia
rociaba agua en su huerto, manteniendo una paciencia en el trabajo del cuidado
de las plantas, pero también de unos corderos, cabros y marranos. Era una
pequeña granja autosuficiente. Así permanecía desde hace años, cundo fue
amenazada y perseguida, con un retiro forzoso. Había pensado abandonar el país,
pero ella no pudo. Quería estar, y demostrar con esta decisión, que el valor
por lo que se quiere es más fuerte que el miedo y el terror. Con el caso de la
compañía bananera Chiquita le venía el recurso histórico de la masacre de las
bananeras allá por el año de 1928, con la empresa gringa United Fruit. Pero
también su cercanía con su hija María, cuando la acompañaban como trabajadora
social en las comunidades indígenas y de sectores populares en las barriadas
del país, observando el olvido y el manejo de la pobreza de una clase dirigente
politiquera, egoísta y ajena al dolor popular, aunque en los discursos de la
plaza pública digan ser los paladines de la democracia (manoseada y prostituida
por una democracia de los poderosos o dictadura burguesa). Ahora sola,
escondida en una casa campestre y con la consabida tristeza, y de consuelo. De
vez en cuando su nieta le traía no solo
una amistad sino su amor.
El
lobo se acercaban con cautela, y con las mañas propias de un depredador
esperaban a que su presa estuviera inofensiva, para dar su zarpazo mortal.
Había entrado por una ventana abierta, dirigiéndose a la cocina. Allí se la
comió de forma rápida y certera. Una misma analogía cuando el sistema
financiero les aplica semejante desgarramiento a los “clientes” víctimas de los
créditos onerosos, que al no poder cumplirlas se les asaltan con embargos. No
hay quiénes lo defiendan, pero si el sistema financiero se encuentra paquidérmico,
el Estado si está listo para socorrerlo. Ahí tenemos no más todavía el 4 X mil,
dizque era transitorio. Esa otra manada de lobos, hienas y ratas, todas
carroñeras de lo público, a esquilmar la riqueza del país y del sudor de los
trabajadores del país.
El
lobo se dispuso a utilizar las ropas del closet de la abuela, se echó a dormitar para esperar a Caperucita Chapolera.
No había pasado un tiempo corto, y la chica apareció, dejando su canasto en la
mesa del comedor, para buscar a su abuelita. Al entrar a la habitación, pensó
que estaba enferma, porque estaba muy abrigada.
-
¡Hola abuelita! Estás enfermita
-
Si, si, mi cariñito.
-
¡Pero qué orejotas tienes!
-
Es para espiarte mejor, perdón para escucharte mejor. (Aprendió de las chuzadas
telefónicas de otro lobo, compadre
suyo).
-
¡Huy, esos ojotes tan enormes! Que fiebre tan tenaz tienes.
-
Es para verte mejor, y en especial la carga preciosa que llevas.
-
A que te refieres.
-
A tus semillas.
-
Las dejé en la mesita, abuelita. Mi viejita,
yo te veo toda rarita. Como se te crecieron esas muelitas.
-
Es para poder comerte mejor. El lobo saltó y Caperucita Chapolera, del susto
del verraco, le plantó una palmada fuerte en el hocico, tumbándolo a un lado de
la cama. Salió corriendo.
De
los gritos que escuchaban, un escolta de seguridad del gobierno, de aquellos
que se destinan para proteger a víctimas de amenazas, se dirigía prontamente a
la casa. También escuchó los gritos de alarma, un sicario contratado para matar
a Alicia, y un agente encubierto de una multinacional que le cubrían las
espaldas al lobo, disfrazado de guardabosques. El primero en llegar, fue el
agente gubernamental, que por rarezas del destino (poco se confían en las
autoridades ilegítimamente constituidas, nuevamente perdón, en legítimamente constituidas)
le dio un balazo al lobo.
En
los confusos hechos, en investigaciones preliminares realizadas por la
Fiscalía, el C.T.I. y de la Policía, el escolta es reprendido y amonestado por
acabar con una especie en vía de extinción; el sicario huyó del lugar, cobrando
por su “trabajo” y el agente encubierto logró al fin lo que no pudo el lobo,
robarse las semillas y en su reemplazo, colocó armas de fuego en la canasta.
Claro está, que a eso se le llama investigación seria y científica para
presentarla como algo ya inventado, utilizando las semillas para el
laboratorio, producir drogas farmacéuticas y creación de semillas genéticamente
modificadas. La niña Caperucita Chapolera, fue implicada en el concepto de una
menor reclutada por la guerrilla trasladando material explosivo. El I.C.B.F. se
hace cargo de la niña. Siendo su madre investigada, perdiendo la patria
potestad, acusada por los organismos de seguridad del Estado de estar implicada
en el terrorismo. La casa de la abuela y sus predios le fue concesionada a una
multinacional minera que había descubierto oro en estas tierras del olvido.
De
esta manera, Caperucita Chapolera perdió a su abuela, la madre encarcelada y
ella misma, dizque guerrillera. De tanta injusticia, decidió huir y aventurarse
en el bosque tenebroso del capitalismo para combatir todo tipo de lobos
depredadores de la fuerza de trabajo y de la dignidad de un pueblo. Queda
entonces por colaborarle a la protagonista, y actuar transformando la realidad
con la movilización, lucha y el osar en contextos inéditos.
Con esto en mente completa
el siguiente cuadro:
Meta
personal (lo que esperas lograr):
|
|||
Proyección
de entrega por etapa (Cuántas horas te vas a demorar):________
|
|||
Punto
de Partida
_________
|
Investigación
_________
|
Desarrollo
de la habilidad
________________
|
Relación
________
|
Proyección
de entrega del tema (en horas):__________________
Fecha
proyectada de entrega: ___________________
|
2. Desarrollar el cuadro actancial de la lectura
anterior donde el sujeto desea alcanzar
un objeto (una motivación); un ayudante y oponente quiénes son los que apoyan o
bloquea la acción del sujeto; el destinador que es como la motivación
ideológica, o algo que está detrás de ese deseo y el destinatario que tienen
que cumplir con el objetivo.
Destinador ----------------------------
Objeto --------------------- Destinatario
Ayudante -------------------------------
Sujeto --------------------- Oponente
3. ¿Qué
es la soberanía alimentaria?
Investigación
En
esta etapa comprenderás los conceptos como el mercado neoliberal,
multinacionales, soberanía alimentaria y dictadura burguesa con sus
características y consecuencias en el país y el mundo entero. Para eso
desarrollaras las siguientes actividades en tres momentos:
1. Antes: Realiza
la lectura formulando 6 preguntas acerca del mismo.
¿Cómo será lo que sigue?
COLOMBIA SE HA VUELTO Imprevisible.
Ahora todos vivimos el asombro de lo que ocurre y la incertidumbre de lo que
viene. La dirigencia colombiana, que creía conocer el país y tener la
fórmula para seguirlo dominando, parece desconcertada, da palos de ciego en sus
respuestas y en sus decisiones.
El más desconcertado parece ser el
presidente. Pero es que para él es más difícil que para los demás: no porque le
estén estallando en las manos todos los problemas, sino porque él tiene un
libreto que debe obedecer, y Colombia parece cada vez más insatisfecha con ese
libreto.
Se diría que es injusto que un gobierno
padezca la herencia de todas las crisis acumuladas. Pero este presidente ha
sido parte de todos los gobiernos anteriores: ¿cómo no va a ser justo que le
toquen las consecuencias?
El libreto es la política neoliberal.
Un modelo diseñado por los grandes poderes mundiales para serle recetado al
planeta entero. Y es de una simpleza que causaría risa si no fuera la causa del
sufrimiento y la desgracia de millones de personas.
Consiste en que en este mundo sólo
tienen derecho a existir un modelo de economía y un modelo de orden social, el
que han alcanzado las naciones de gran poderío industrial, militar y
tecnológico. Todos los países deben ingresar en ese esquema al que hace tiempo
ya se llama el desarrollo, el progreso, la sociedad de consumo.
Abarca todo: la gastronomía, la salud,
el entretenimiento, la cultura. Y está diseñado sólo para el auge del capital
financiero y la satisfacción de unas élites mundiales. Estos países
periféricos sólo pueden ser consumidores de la industria multinacional,
productores de materias primas para su poderío comercial y tecnológico.
Y así se abren camino esos contratos
leoninos que se llaman tratados de libre comercio, mediante los cuales pequeñas
economías mal planificadas, sistemáticamente debilitadas por gobiernos venales
o faltos de carácter, tienen que abandonar toda agricultura, toda industria
local, todo rasgo cultural y toda relación original con sus territorios. Entrar
en el carnaval del consumo de remanentes del gran sistema mundial, y sólo
producir lo que ese sistema necesita, lo que esos mercados estén dispuestos a
comprarles.
La publicidad y la manipulación
mediática descalifican las tradiciones locales, y pregonan la moda, los
hábitos, las adicciones y los espectáculos del poder planetario. Una red
tentacular de juguetes fascinantes, de espectáculos deslumbrantes, de
entusiasmos evanescentes reemplaza en todo el mundo valores y costumbres. La
modernidad consiste ya en una avalancha de sutiles órdenes de la publicidad y
del comercio. Todos los países deben ser tributarios de unas sociedades
centrales; dóciles imitadores de sus modelos.
Colombia ha vivido el progresivo
desmonte de su agricultura y de su industria. Los tratados no toleran siquiera
pequeñas salvedades culturales: el todopoderoso socio dice al final: “Lo toma o
lo deja”, y los vendidos gobiernos deben firmar los tratados que redactó el más
fuerte.
Allí se decide si los campesinos pueden
o no utilizar las semillas que nos legó una tradición milenaria; si tenemos
derecho a producir nuestros alimentos o si tenemos que resignarnos a un menú
diseñado por las tiranías de la geopolítica. No importa si estamos
acostumbrados a producir arroz o flores, cumbias o mitologías: el mercado
mundial decidirá qué vive y qué muere en las sociedades.
La economía se limita a los precios, no
a los equilibrios sociales, no a la satisfacción de las comunidades, al
trabajo, al conocimiento, o a los valores sagrados de la memoria y del
territorio. Todo lo que no sea ciego lucro será llamado atraso y superstición.
Y no importa que ese modelo sea
precisamente el que está destruyendo al planeta. Arrasa los bosques, degrada
los ríos, envenena los mares. Argumenta que viene a salvar a la humanidad del
atraso, la pobreza y la desdicha. Pero produce hastío para sus propios
ciudadanos, violencia e infelicidad para los ajenos, degradación del mundo, y
basura, mucha basura.
Antes nos preguntábamos si un modelo
era viable para la humanidad; ahora nos preguntamos si la humanidad es viable
para el modelo. Y parece que no, que no es viable. Aquí, por ejemplo, los campesinos
no caben en la economía.
Colombia despierta presa de un extraño
malestar. La sospecha de un orden en el que todos terminemos siendo
indeseables. Si protestamos, seremos declarados rebeldes; si nos irritamos, nos
llamarán enseguida el cartel de los vándalos. Si queremos tener un país,
seremos la encarnación del atraso y de lo premoderno. Si queremos una cultura
propia, seremos declarados extraterrestres.
Como antes Gaviria y Pastrana y Uribe,
Santos es el encargado de velar por que la orden se cumpla. Y está desencajado
porque el país le está diciendo que no. Al comienzo eran los campesinos de una
región: los declaró infiltrados. Después los de varias regiones: los declaró
inexistentes. Bloquearon las vías: los declaró rebeldes y envió la represión. Entonces
la ciudad se solidarizó con el campo: monumentales manifestaciones de
estudiantes y ciudadanos sorprendieron a Colombia.
El país no obedece al libreto: opina,
reacciona, los jóvenes reclaman la memoria que les han negado, la gente
comprende que los gobiernos están desmantelando el país que tuvimos y no han
sido capaces de construir algo a cambio.
La realidad se ha vuelto enigmática: no
puede ser leída, tiene que ser descifrada. Y no sabemos si el Gobierno está
descifrando lo que pasa. Y no sabemos cómo será lo que sigue.
2.
Durante: Selecciona palabras claves con
la siguiente indicación: el signo + si comprendes el significado, el signo ? si
comprendes algo general o si no estás seguro de lo que significa y el signo –
si no comprendes la palabra. Puedes agregar preguntas adicionales.
3.
Después: Socializan los puntos
anteriores con tres compañeros más y traten de aclarar los conceptos marcados
con el signo ? y -, en caso de requerir ayuda busque al analista. Enseguida
responder a las preguntas planteadas en el antes, primer punto.
4.
Diseña un organizador gráfico con las
principales ideas acerca del texto y su relación con nuestras vidas y sociedad
en la que vivimos.
Desarrollo de la
habilidad
En esta etapa pondrás en práctica lo que has
aprendido hasta el momento, concretarás la construcción de saberes y camino al
desarrollo de habilidades relacionadas con los conceptos estudiados.
1. Creación
de una caricatura.
Se
buscan caricaturas para estudiarlas, y a partir de ellas se diseña una en
borrador en una hoja tamaño carta, de manera individual. Se dibujan globos o
bocadillos para insertar ahí los diálogos o monólogos. La idea es que tenga
lógica, humor y coherencia entre contenido y forma. En grupo se ayudan
mutuamente. En caso de no dibujar bien, lo puede hacer con recortes de
personajes buscando en revistas y periódicos. Debes colocar titulo a tu
caricatura.
2. Crear un collage en un octavo de cartulina sobre
lo estudiado hasta el momento con un título y una explicación o sustentación
del mismo.
Relación
En
esta etapa aplicarás tus nuevos aprendizajes a tu realidad, harás ejercicios
que traigan FRE a tu colegio y a tu vida. Por otro lado, evaluarás tu proceso
durante las etapas anteriores y tu disposición de trabajo en general.
1.
Revisa
el organizador gráfico realizado en la etapa de investigación, explícalo a un
compañerito de primaria de cuarto o quinto de primaria, señala de qué forma lo
hicieron y da ejemplos con situaciones de hechos actuales. Cada estudiante
trabaja con un niño(a) de primaria, bien en el aula o en la parte externa del
patio. Antes de iniciar con esta propuesta pedagógica, leerle al niño o niña
una lectura seleccionada para que luego el chico la lea, estableciendo un
diálogo con él en comentar que le interesó del texto, significado de la lectura,
relación con la vida cotidiana y que palabras no ha entendido. Al terminar lo
del organizador gráfico, se le invita al niño a crear uno en casa.
2.
Reúne
los trabajos del grupo y prepara una cartelera con dibujos, símbolos, fotos y
recortes de revistas-periódico para ser colocadas en los pasillos de la
Institución respondiendo lo siguiente:
¿Por
qué las multinacionales aprovechan los recursos de un país, manteniéndose
aquellas zonas más pobres y atrasadas en lo social, económico y cultural?
¿Qué
mensaje nos transmiten el cuento de la Caperucita Chapolera?
¿Qué
pretendía el lobo?
¿Cómo
entenderías la siguiente frase: “Alicia en el país de las desigualdades?
¿Por
qué el poder político no representan los intereses de las mayorías?
¿Qué
es la renta extraordinaria de la tierra?
¿Dónde
se expresan esa frase de:“tanto majadero que en el poder jode a los del
pueblo”?
¿Qué
son las semillas transgénicas?
Nota:
En algunas etapas, principalmente la del desarrollo de la habilidad, el
estudiante ha de establecer una sustentación oral con el analista.
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