lunes, 22 de enero de 2018

11° GRADO EN LAS ANDANZAS DE CAPERUCITA CHAPOLERA

                                      ESCENARIO DE APRENDIZAJE
Pobreza, desigualdad y exclusión son algunos de los males de los que sufre nuestra sociedad actual, males que han surgido, en gran medida, del no adecuado funcionamiento del sistema capitalista, imperante desde el final del siglo XIX. Este ha avanzado tanto, hasta llegar a parecer cíclico e infinito, al igual que a ser concebido como el fin al que debería llegar cualquier sociedad. Su enorme influencia conllevó a mercantilizar todo lo existente en la sociedad. El trabajo, el ocio y hasta el arte mismo, hoy en día, han llegado a ser evaluados por la famosísima y preferida ecuación: “el costo-beneficio”. Es que ni la naturaleza se salva, pues ahora se le pone un precio al agua, al aire, y hasta las estrellas se venden y se regalan. Y pensar que, si se retrocede en el tiempo, se llega a que uno de los pensadores más importantes de la historia, Karl Marx, ya había diagnosticado estos riesgos hace casi dos siglos.
Una cloaca llamada Colombia
Dicen por ahí, con acierto, que las sociedades, a diferencia de los hombres, primero se pudren y después se mueren. De putrefacciones hace años está hediendo y supurando el sistema político colombiano, con sus lacras de vieja data que se multiplican cual cáncer en cada gobierno, en cada elección, tanto ayer como hoy.
En una larga historia de barbaridades, cada día estalla un escándalo distinto conectado con la feria estatal, los desgreños y malversaciones, con sobornos y peculados. En un país que, quizá más que cualquier otro en el orbe, tiene un mayor número de fraudes electorales, las corruptelas —que además se originan en los días oscuros de la colonia— son parte del ejercicio cotidiano para usufructuar de modo ilegal el Estado y ponerlo al servicio de zánganos y parásitos.
Da la impresión, desde hace tiempos, que la corrupción (fenómeno inherente a sistemas en los que la democracia es una caricatura) se instaló como “virtud”, como necesidad de políticos y funcionarios. Más bien, lo extraño, lo subversivo (e irreal, por demás), es la pulcritud, la corrección en los manejos estatales y en el ejercicio del poder en Colombia. El impoluto es un enemigo de aquellos, tan abundosos, que han transmutado el país en una cloaca: desde presidentes hasta magnates de emporios privados.
Parece que ser sucio es la consigna. Y lo que da carácter. Y poder. La condición que conduce a que te elijan, a que seas ministro, fiscal, procurador, director de bandería (y hasta de “lavandería” de mafiosos), etcétera, es que te untés de porquería, que estés adecuado para la coima, para el concubinato con las más bajas expresiones de lo que se ha denominado la política. Cómo gozaría hoy el gran panfletario Vargas Vila ante el espectáculo de alcantarilla de la Colombia contemporánea.
Y el mismo Fernando González, otro crítico de la porquería, estaría rebujando en la historia para darse cuenta que nunca antes hubo tanta pus y gusanera juntas en el país de las desventuras (o de las maravillas, según el color del cristal con que se mire). “¡Qué asquerosa es hoy mi patria! ¡Entre qué gente tan sucia me correspondió existir! Verdad que gente así hay en todas partes pero no son tan descarados”, escribió en el epílogo de Los negroides.
En tiempos de los presidentes gramáticos, los mismos que “violaban a las Musas”, al menos, como lo advirtió el autor de Los Césares de la decadencia, se fusilaba a la gente, en particular a los liberales, cumpliendo con todas las leyes de la retórica y el lexicón. Hoy, los implicados en la escandalera se hacen los pendejos, ponen carita de ternero huérfano y, con su cómica máscara de autistas o de “yo no fui”, se proclaman víctimas.
“Colombia es una tierra de leones”, decía de modo diplomático el poeta nicaragüense Rubén Darío. Y de estos felinos, nos metamorfoseamos en elefante. El proceso 8.000, el de los tiempos en que la mafia del narcotráfico metía billete a granel en las campañas electorales, es, hoy, apenas una poma. El entonces presidente Ernesto Samper dizque ni se enteró de las ingentes cantidades de plata que entraron a su campaña (1994) como “cortesía” de los carteles. El arzobispo de Bogotá, Pedro Rubiano, declaró en su momento: “Es como si un elefante se mete en tu casa y no te enteras”.
Y el elefantico se ha reproducido con creces. A todos los politiqueros se les aparece en el solar, y no se dan cuenta. O cuando les señalan de quién es entonces esa “trompita”, medio modulan: “Apenas me entero”. Y así. ¿Se acuerdan de cuando todos los que delinquían con la mampara del DAS, los que repartían dinero público entre sus votantes, los que condenaban a muerte a algún profesor o un alcalde de pueblo, todos eran puros “buenos muchachos”?
El escándalo Odebrecht puede ser apenas una anécdota entre toda la bazofia. Un tentáculo de los muchos que tiene el pulpo descomunal de la corrupción, que es efecto de la descomposición del sistema, de su decadencia. En medio del lodazal, o del espectáculo grotesco que dan los encartados, el ingenio popular se anima ante la hediondez oficial. Y abunda el chiste y la caricatura. Y aparece el humor negro, quizá la única defensa de la gente ante los desafueros.
Circula en las redes sociales una “versada”, titulada Los hermanos siniestros (Uribe y Santos), que en su última estrofa dice: “Los dos son lo mismo, ¿nos creen pendejos? / Nos roban, nos quitan, ninguno es sincero: / bien decía mi abuelo, ya muerto por cierto: / ‘el corrupto aprovecha la estupidez de los necios’”.    20 Mar 2017 - 9:00 PM Por: Reinaldo Spitaletta
Habilidad a desarrollar:
Entiendo que desarrollar habilidades me permite visualizar mi conciencia ciudadana y autonomía como sujeto social, en la que mi aprendizaje sea más pertinente a mis preocupaciones por mi patria y mi comunidad. Además de ello, razono sobre la relación ente las decisiones sociales que debo tomar y mi autonomía, con ser un sujeto crítico y propositivo.

Conocimientos:
Mercado neoliberal, soberanía alimentaria, democracia, dictadura burguesa, multinacional.
Recursos para el desarrollo del tema:
Textos, policopias de las guías, canciones, poemas, caricaturas, videos en you tube.
                        ETAPAS DE APRENDIZAJE
Punto de partida:
Un primer momento para reflexionar sobre la realidad de nuestro país.
1.    Leer el siguiente texto:
CAPERUCITA CHAPOLERA
Ante la necesidad apremiante (por el libre mercado neoliberal está desapareciendo las semillas autóctonas estableciéndose a nivel mundial un sistema de semillas único y de una sola especie, y lo peor de todo, transgénicas atentando contra la salud de la gente y amenazando la soberanía alimentaria y de las comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas que por siglos han manejado el suelo con diversidad de semillas) de preservar las semillas naturales y de resguardarlas en un banco de semillas, la madre de Caperucita Chapolera, María de Dolores (Colombia, país de dolor, de sacrificio y de lucha) envía a su hija hasta la abuela, una mujer exfiscal, amenazada por el caso Chiquita en la que destapó los nexos de la bananera con paras, de nombre Alicia (y no es Alicia en el país de las maravillas, sino el de Alicia en el país de las desigualdades). Entonces Caperucita con su canasto de dos orejas sujetado a su cintura, no trasladando café (su precio a nivel internacional han caído) sino las respectivas semillas, más valoradas que el oro explotado en el pueblo más pobre y mísero como la Unión Panamericana situado en Chocó, inundado no de agua sino de ese mineral cuya riqueza es sustraída por una multinacional. La niña con entereza se adentra a un páramo, con infinidad de peligros en los senderos que atraviesan esa belleza natural. Fieras salvajes acechan en cada recodo de ese ecosistema vulnerable, y no son sólo aquellos que se nos vienen a la mente. No, son los paras ahora denominados Bancrim, Fuerzas Armadas que de pronto para aparecer como héroes de la patria no dudarían de adelantar un falso positivo, la guerrilla que encantada querían enrolarte a las filas como guerrillera o de sufrir por una mina antipersonal. Sin embargo, ella tranquila y serena como los cañaverales sonríen en el amanecer pensando en el delicioso tamal preparado por su abuela. Ni los narcotraficantes le asustan que andan talando árboles para sembrar esas benditas yerbas, y construyendo laboratorios escondidos en la maleza verde como fondo de un azul celeste en las coordenadas de una patria deshecha por tanto majadero que en el poder jode a los del pueblo, ahí no más, tenemos la Reforma Tributaria regresiva a los bolsillos de los pobres; la intentona de la Reforma de la Justicia; la corrupción en la captura de contratos y licitaciones; las millonadas en los gastos de consultas y elecciones para que cada cuatro años los mismos de siempre impongan políticas antipopulares en pro de la dictadura burguesa (en verdad democracia entre ellos, es decir, la democracia burguesa). En fin, cada grupo armado ilegal o legal, dan la misma vaina, pelean por la renta extraordinaria de la tierra.
Caperucita Chapolera con su sombrero de tranza de palma, su blusa roja, falda del mismo color como el cafeto, en sus alpargatas caminaban por el trecho del bosque. Un lobo hambriento no de carne, sino de las semillas que la niña llevaba. El lobo pensaba así patentarlas y lucrarse de ese negocio redondo, de acaparar y de vender en el mercado un producto avalado por una multinacional. Se le acercó como un gatito inofensivo y le dijo:
-          ¿Qué llevas en el canasto?
-          Dulces para mi abuela.
-          Deseo probarlos.
-          ¡No! Es de exclusividad única para mi abuelita.
-          No te asusta ir sola.
-          Tengo el valor de defenderme por mi misma.
-          Yo te podría acompañar.
-          No es necesario, me acompañan el recuerdo de mi padre.
-          Acaso murió.
-          Si, fue asesinado por defender los derechos de los trabajadores de una empresa llamada Coca-cola.
-          ¡Ah! Lo siento. Por ello, me encanta estar solito en este páramo.
-          Pues, es un gusto haberte conocido. Chao.
El lobo (acaso un burgués) ve a lo lejos partir a la niña, con su lengua afuera y con los colmillos resplandecientes de avaricia y poder. Razonó que a lo mejor sería ir a la casa de la abuela, hacerse pasar por ella y robar el canasto con las semillas.
Alicia rociaba agua en su huerto, manteniendo una paciencia en el trabajo del cuidado de las plantas, pero también de unos corderos, cabros y marranos. Era una pequeña granja autosuficiente. Así permanecía desde hace años, cundo fue amenazada y perseguida, con un retiro forzoso. Había pensado abandonar el país, pero ella no pudo. Quería estar, y demostrar con esta decisión, que el valor por lo que se quiere es más fuerte que el miedo y el terror. Con el caso de la compañía bananera Chiquita le venía el recurso histórico de la masacre de las bananeras allá por el año de 1928, con la empresa gringa United Fruit. Pero también su cercanía con su hija María, cuando la acompañaban como trabajadora social en las comunidades indígenas y de sectores populares en las barriadas del país, observando el olvido y el manejo de la pobreza de una clase dirigente politiquera, egoísta y ajena al dolor popular, aunque en los discursos de la plaza pública digan ser los paladines de la democracia (manoseada y prostituida por una democracia de los poderosos o dictadura burguesa). Ahora sola, escondida en una casa campestre y con la consabida tristeza, y de consuelo. De vez en cuando su nieta le traía  no solo una amistad sino su amor.
El lobo se acercaban con cautela, y con las mañas propias de un depredador esperaban a que su presa estuviera inofensiva, para dar su zarpazo mortal. Había entrado por una ventana abierta, dirigiéndose a la cocina. Allí se la comió de forma rápida y certera. Una misma analogía cuando el sistema financiero les aplica semejante desgarramiento a los “clientes” víctimas de los créditos onerosos, que al no poder cumplirlas se les asaltan con embargos. No hay quiénes lo defiendan, pero si el sistema financiero se encuentra paquidérmico, el Estado si está listo para socorrerlo. Ahí tenemos no más todavía el 4 X mil, dizque era transitorio. Esa otra manada de lobos, hienas y ratas, todas carroñeras de lo público, a esquilmar la riqueza del país y del sudor de los trabajadores del país.
El lobo se dispuso a utilizar las ropas del closet de la abuela, se echó a  dormitar para esperar a Caperucita Chapolera. No había pasado un tiempo corto, y la chica apareció, dejando su canasto en la mesa del comedor, para buscar a su abuelita. Al entrar a la habitación, pensó que estaba enferma, porque estaba muy abrigada.
- ¡Hola abuelita! Estás enfermita
- Si, si, mi cariñito.
- ¡Pero qué orejotas tienes!
- Es para espiarte mejor, perdón para escucharte mejor. (Aprendió de las chuzadas telefónicas de  otro lobo, compadre suyo).
- ¡Huy, esos ojotes tan enormes! Que fiebre tan tenaz tienes.
- Es para verte mejor, y en especial la carga preciosa que llevas.
- A que te refieres.
- A tus semillas.
- Las dejé en la mesita, abuelita. Mi viejita,  yo te veo toda rarita. Como se te crecieron esas muelitas.
- Es para poder comerte mejor. El lobo saltó y Caperucita Chapolera, del susto del verraco, le plantó una palmada fuerte en el hocico, tumbándolo a un lado de la cama. Salió corriendo.
De los gritos que escuchaban, un escolta de seguridad del gobierno, de aquellos que se destinan para proteger a víctimas de amenazas, se dirigía prontamente a la casa. También escuchó los gritos de alarma, un sicario contratado para matar a Alicia, y un agente encubierto de una multinacional que le cubrían las espaldas al lobo, disfrazado de guardabosques. El primero en llegar, fue el agente gubernamental, que por rarezas del destino (poco se confían en las autoridades ilegítimamente constituidas, nuevamente perdón, en legítimamente constituidas) le dio un balazo al lobo.
En los confusos hechos, en investigaciones preliminares realizadas por la Fiscalía, el C.T.I. y de la Policía, el escolta es reprendido y amonestado por acabar con una especie en vía de extinción; el sicario huyó del lugar, cobrando por su “trabajo” y el agente encubierto logró al fin lo que no pudo el lobo, robarse las semillas y en su reemplazo, colocó armas de fuego en la canasta. Claro está, que a eso se le llama investigación seria y científica para presentarla como algo ya inventado, utilizando las semillas para el laboratorio, producir drogas farmacéuticas y creación de semillas genéticamente modificadas. La niña Caperucita Chapolera, fue implicada en el concepto de una menor reclutada por la guerrilla trasladando material explosivo. El I.C.B.F. se hace cargo de la niña. Siendo su madre investigada, perdiendo la patria potestad, acusada por los organismos de seguridad del Estado de estar implicada en el terrorismo. La casa de la abuela y sus predios le fue concesionada a una multinacional minera que había descubierto oro en estas tierras del olvido.
De esta manera, Caperucita Chapolera perdió a su abuela, la madre encarcelada y ella misma, dizque guerrillera. De tanta injusticia, decidió huir y aventurarse en el bosque tenebroso del capitalismo para combatir todo tipo de lobos depredadores de la fuerza de trabajo y de la dignidad de un pueblo. Queda entonces por colaborarle a la protagonista, y actuar transformando la realidad con la movilización, lucha y el osar en contextos inéditos.
Con esto en mente completa el siguiente cuadro:

Meta personal (lo que esperas lograr):
Proyección de entrega por etapa (Cuántas horas te vas a demorar):________
Punto de Partida
_________
Investigación
_________
Desarrollo de la habilidad
________________
Relación
________
Proyección de entrega del tema (en horas):__________________
Fecha proyectada de entrega: ___________________

2.    Desarrollar el cuadro actancial de la lectura anterior  donde el sujeto desea alcanzar un objeto (una motivación); un ayudante y oponente quiénes son los que apoyan o bloquea la acción del sujeto; el destinador que es como la motivación ideológica, o algo que está detrás de ese deseo y el destinatario que tienen que cumplir con el objetivo.

       Destinador ---------------------------- Objeto --------------------- Destinatario

       Ayudante ------------------------------- Sujeto --------------------- Oponente

3.    ¿Qué es la soberanía alimentaria?

Investigación

En esta etapa comprenderás los conceptos como el mercado neoliberal, multinacionales, soberanía alimentaria y dictadura burguesa con sus características y consecuencias en el país y el mundo entero. Para eso desarrollaras las siguientes actividades en tres momentos:

1.    Antes: Realiza la lectura formulando 6 preguntas acerca del mismo.

¿Cómo será lo que sigue?
COLOMBIA SE HA VUELTO Imprevisible. Ahora todos vivimos el asombro de lo que ocurre y la incertidumbre de lo que viene. La dirigencia colombiana, que creía conocer el país y tener la fórmula para seguirlo dominando, parece desconcertada, da palos de ciego en sus respuestas y en sus decisiones.
El más desconcertado parece ser el presidente. Pero es que para él es más difícil que para los demás: no porque le estén estallando en las manos todos los problemas, sino porque él tiene un libreto que debe obedecer, y Colombia parece cada vez más insatisfecha con ese libreto.
Se diría que es injusto que un gobierno padezca la herencia de todas las crisis acumuladas. Pero este presidente ha sido parte de todos los gobiernos anteriores: ¿cómo no va a ser justo que le toquen las consecuencias?
El libreto es la política neoliberal. Un modelo diseñado por los grandes poderes mundiales para serle recetado al planeta entero. Y es de una simpleza que causaría risa si no fuera la causa del sufrimiento y la desgracia de millones de personas.
Consiste en que en este mundo sólo tienen derecho a existir un modelo de economía y un modelo de orden social, el que han alcanzado las naciones de gran poderío industrial, militar y tecnológico. Todos los países deben ingresar en ese esquema al que hace tiempo ya se llama el desarrollo, el progreso, la sociedad de consumo.
Abarca todo: la gastronomía, la salud, el entretenimiento, la cultura. Y está diseñado sólo para el auge del capital financiero y la satisfacción  de unas élites mundiales. Estos países periféricos sólo pueden ser consumidores de la  industria multinacional, productores de materias primas para su poderío comercial y tecnológico.
Y así se abren camino esos contratos leoninos que se llaman tratados de libre comercio, mediante los cuales pequeñas economías mal planificadas, sistemáticamente debilitadas por gobiernos venales o faltos de carácter, tienen que abandonar toda agricultura, toda industria local, todo rasgo cultural y toda relación original con sus territorios. Entrar en el carnaval del consumo de remanentes del gran sistema mundial, y sólo producir lo que ese sistema necesita, lo que esos mercados estén dispuestos a comprarles.
La publicidad y la manipulación mediática descalifican las tradiciones locales, y pregonan la moda, los hábitos, las adicciones y los espectáculos del poder planetario. Una red tentacular de juguetes fascinantes, de espectáculos deslumbrantes, de entusiasmos evanescentes reemplaza en todo el mundo valores y costumbres. La modernidad consiste ya en una avalancha de sutiles órdenes de la publicidad y del comercio. Todos los países deben ser tributarios de unas sociedades centrales; dóciles imitadores de sus modelos.
Colombia ha vivido el progresivo desmonte de su agricultura y de su industria. Los tratados no toleran siquiera pequeñas salvedades culturales: el todopoderoso socio dice al final: “Lo toma o lo deja”, y los vendidos gobiernos deben firmar los tratados que redactó el más fuerte.
Allí se decide si los campesinos pueden o no utilizar las semillas que nos legó una tradición milenaria; si tenemos derecho a producir nuestros alimentos o si tenemos que resignarnos a un menú diseñado por las tiranías de la geopolítica. No importa si estamos acostumbrados a producir arroz o flores, cumbias o mitologías: el mercado mundial decidirá qué vive y qué muere en las sociedades.
La economía se limita a los precios, no a los equilibrios sociales, no a la satisfacción de las comunidades, al trabajo, al conocimiento, o a los valores sagrados de la memoria y del territorio. Todo lo que no sea ciego lucro será llamado atraso y superstición.
Y no importa que ese modelo sea precisamente el que está destruyendo al planeta. Arrasa los bosques, degrada los ríos, envenena los mares. Argumenta que viene a salvar a la humanidad del atraso, la pobreza y la desdicha. Pero produce hastío para sus propios ciudadanos, violencia e infelicidad para los ajenos, degradación del mundo, y basura, mucha basura.
Antes nos preguntábamos si un modelo era viable para la humanidad; ahora nos preguntamos si la humanidad es viable para el modelo. Y parece que no, que no es viable. Aquí, por ejemplo, los campesinos no caben en la economía.
Colombia despierta presa de un extraño malestar. La sospecha de un orden en el que todos terminemos siendo indeseables. Si protestamos, seremos declarados rebeldes; si nos irritamos, nos llamarán enseguida el cartel de los vándalos. Si queremos tener un país, seremos la encarnación del atraso y de lo premoderno. Si queremos una cultura propia, seremos declarados extraterrestres.
Como antes Gaviria y Pastrana y Uribe, Santos es el encargado de velar por que la orden se cumpla. Y está desencajado porque el país le está diciendo que no. Al comienzo eran los campesinos de una región: los declaró infiltrados. Después los de varias regiones: los declaró inexistentes. Bloquearon las vías: los declaró rebeldes y envió la represión. Entonces la ciudad se solidarizó con el campo: monumentales manifestaciones de estudiantes y ciudadanos sorprendieron a Colombia.
El país no obedece al libreto: opina, reacciona, los jóvenes reclaman la memoria que les han negado, la gente comprende que los gobiernos están desmantelando el país que tuvimos y no han sido capaces de construir algo a cambio.
La realidad se ha vuelto enigmática: no puede ser leída, tiene que ser descifrada. Y no sabemos si el Gobierno está descifrando lo que pasa. Y no sabemos cómo será lo que sigue.

2.    Durante: Selecciona palabras claves con la siguiente indicación: el signo + si comprendes el significado, el signo ? si comprendes algo general o si no estás seguro de lo que significa y el signo – si no comprendes la palabra. Puedes agregar preguntas adicionales.

3.    Después: Socializan los puntos anteriores con tres compañeros más y traten de aclarar los conceptos marcados con el signo ? y -, en caso de requerir ayuda busque al analista. Enseguida responder a las preguntas planteadas en el antes, primer punto.

4.    Diseña un organizador gráfico con las principales ideas acerca del texto y su relación con nuestras vidas y sociedad en la que vivimos.

Desarrollo  de la habilidad

En esta etapa pondrás en práctica lo que has aprendido hasta el momento, concretarás la construcción de saberes y camino al desarrollo de habilidades relacionadas con los conceptos estudiados.

1. Creación de una caricatura.
Se buscan caricaturas para estudiarlas, y a partir de ellas se diseña una en borrador en una hoja tamaño carta, de manera individual. Se dibujan globos o bocadillos para insertar ahí los diálogos o monólogos. La idea es que tenga lógica, humor y coherencia entre contenido y forma. En grupo se ayudan mutuamente. En caso de no dibujar bien, lo puede hacer con recortes de personajes buscando en revistas y periódicos. Debes colocar titulo a tu caricatura.

2. Crear un collage en un octavo de cartulina sobre lo estudiado hasta el momento con un título y una explicación o sustentación del mismo.

Relación
En esta etapa aplicarás tus nuevos aprendizajes a tu realidad, harás ejercicios que traigan FRE a tu colegio y a tu vida. Por otro lado, evaluarás tu proceso durante las etapas anteriores y tu disposición de trabajo en general.
1.   Revisa el organizador gráfico realizado en la etapa de investigación, explícalo a un compañerito de primaria de cuarto o quinto de primaria, señala de qué forma lo hicieron y da ejemplos con situaciones de hechos actuales. Cada estudiante trabaja con un niño(a) de primaria, bien en el aula o en la parte externa del patio. Antes de iniciar con esta propuesta pedagógica, leerle al niño o niña una lectura seleccionada para que luego el chico la lea, estableciendo un diálogo con él en comentar que le interesó del texto, significado de la lectura, relación con la vida cotidiana y que palabras no ha entendido. Al terminar lo del organizador gráfico, se le invita al niño a crear uno en casa.

2.   Reúne los trabajos del grupo y prepara una cartelera con dibujos, símbolos, fotos y recortes de revistas-periódico para ser colocadas en los pasillos de la Institución respondiendo lo siguiente:
 ¿Por qué las multinacionales aprovechan los recursos de un país, manteniéndose aquellas zonas más pobres y atrasadas en lo social, económico y cultural?
¿Qué mensaje nos transmiten el cuento de la Caperucita Chapolera?
¿Qué pretendía el lobo?
¿Cómo entenderías la siguiente frase: “Alicia en el país de las desigualdades?
¿Por qué el poder político no representan los intereses de las mayorías?
¿Qué es la renta extraordinaria de la tierra?
¿Dónde se expresan esa frase de:“tanto majadero que en el poder jode a los del pueblo”?
 ¿Qué son las semillas transgénicas?

Nota: En algunas etapas, principalmente la del desarrollo de la habilidad, el estudiante ha de establecer una sustentación oral con el analista.


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